Agradecimiento

El agradecimiento es la memoria del corazón”. Lao Tse.

A diferencia de otros sentimientos, el de la gratitud no aparece como un impulso simplemente. La gratitud exige que haya un sistema de valores éticos, en donde estén presentes los conceptos de dar y recibir, además de una renuncia a la mirada egocéntrica de la vida.

El sentimiento de gratitud no se corresponde a una emoción básica y para sentirla se necesita de un proceso en la mente y es una virtud presente en los espíritus más elevados.

La gratitud puede definirse como un sentimiento de aprecio y valoración por las acciones que otros hacen a favor nuestro.

Implica una suerte de deuda moral con quien nos hace bien. Deuda que no significa hacer un cálculo para redimirla, sino elevar la estima por quien nos hace un favor o nos prodiga un bien, y estar abiertos a la posibilidad de corresponder por el beneficio recibido.

No solamente los seres humanos experimentan este sentimiento. También los animales cuentan con esta virtud, aunque la expresen en forma rudimentaria. Un perro por ejemplo, entrega su lealtad a quien se ocupa de cuidarlo y amarlo.

Las personas que no experimentan la gratitud tienen un elevado narcisismo. No solamente tienen problemas de memoria, sino que también dan por sentado que merecen toda la ayuda que reciben. De hecho, muchos de ellos se atribuyen por completo los beneficios que obtienen y omiten por completo lo que los demás aportaron para poder lograrlos.

Quien ha pasado por dificultades y las ha resuelto, sabe el inmenso valor que tiene la ayuda de otros. Nada como sentirse impedido para algo, o atrapado, o vencido, para entender que la mano que otro tiende es un verdadero regalo del cielo.

La gratitud es un sentimiento sutil y sofisticado. Casi un arte. La gratitud germina sobre la convicción de que los seres humanos somos incompletos y que nos necesitamos mutuamente y también a nuestro creador. Es el producto de haber desarrollado una ética de cooperación, en lugar de una actitud de competencia o confrontación.

Muchos consideran que ser feliz da lugar al agradecimiento. Sin embargo, se trata más bien de lo contrario. Según un estudio de la Universidad de Pennsylvania, encabezado por el Dr. Martin Seligman, demuestra que las personas agradecidas experimentan mayor felicidad. Ese sentimiento de gratitud debe ser sentido y expresado, porque sino, es como un regalo envuelto pero no ofrecido.

Cualidades como humildad, respeto, valoración, alegría, ayudan a desarrollar la gratitud.

Algunas investigaciones realizadas han demostrado que las personas agradecidas:

· Experimentan mayores niveles de alegría y felicidad y buen funcionamiento en su corazón

· Enferman con menos frecuencia

· Duermen mejor y se sienten más descansados

· Realizan ejercicio con más regularidad

· Tienen más energía, entusiasmo, determinación y concentración

· Mantienen lazos familiares y sociales más fuertes

· Dan menos importancia a sentimientos negativos y son más generosos

Bhakti yoga es una de las maneras de practicar gratitud, meditar para aquietar la mente y abrir el corazón, agradeciendo a Dios, toda su creación.

Oración Indu de agradecimiento:

Es maravilloso Señor,

Tener mis brazos perfectos, cuando hay tantos mutilados.

Mis ojos perfectos, cuando tantos no tienen luz.

Mi voz canta, cuando tantas enmudecen.

Mis manos trabajan, cuando tantas mendigan.

Es maravilloso Señor volver a casa, cuando tantos no tienen a dónde ir.

Es bueno sonreír, amar, soñar y vivir, cuando hay tantos que lloran, odian y mueren sin haber vivido la vida.

Es maravilloso Señor tener un Dios para creer, cuando tantos no poseen el sentido de una creencia

Es maravilloso, sobre todo, tener tan poco que pedir y tanto que

AGRADECER