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Una mente tranquila




"La consciencia es clave para encontrar calma y paz en la mente


El alquiler, los servicios, los compromisos, el seguro. También podríamos agregar los sentimentales: tu pareja, tus hijos, tus amigos, tu familia. Además del trabajo, las vacaciones, el salario, la comida. Y en la actualidad le sumamos la pandemia, que va de la mano con la salud. ¿Cuántos pensamientos fueron? Aproximadamente 15 pensamientos en solo un corto periodo de tiempo. ¿Hay muchos más en la mente de un humano común?, los científicos aseguran que si. De hecho manifiestan gracias a un estudio que las personas tenemos miles pensamientos por día.


La conciencia es el primer paso para callar este parloteo mental.


Supón que te despiertas por la mañana, vas al baño y te miras al espejo. Lo más probable es que tu mente esté murmurando, yendo de una cosa a la otra al azar, por sí sola, independiente al parecer de tu voluntad. ¿Te suena familiar? Ese es el modo en el que la mente trabaja por defecto.


Pensamiento Consciente


Pensar es lo que hace la mente. Es así y punto. Sin embargo, la meditación te permite calmar ese ruido. En lugar de estar perdido en tu parloteo mental, imagina que vas al baño y te lavas la cara notando la sensación refrescante del agua sobre tu piel, qué te cepillas los dientes centrando tu atención en cada uno de ellos y que empiezas el día con más calma y claridad mental. Puedes reconocer los pensamientos o monólogos cuando empiezan a surgir y decidir si quieres percibirlos y dejarlos ir a jugar con ellos, pero con más propósito y conciencia.


Hacerse consciente


El primer paso para callar el ruido de la mente es desarrollar el hábito de observar los pensamientos, es una habilidad que se fortalece con la meditación porque te conviertes en testigo de tus estados mentales y emocionales. Cuándo tienes más conciencia, eres capaz de distinguir entre los pensamientos negativos e inútiles y los positivos, y puedes decidir dejarlos ir, igual que dejas ir las distracciones durante la meditación. De este modo tus pensamientos dejan de vagar por defecto y tienes la mente en calma, lo que ofrece la posibilidad de decidir dónde centras tu atención, ya sean lo que estás haciendo en el momento presente o en un pensamiento que merece la pena, cómo pensar en los pasos que tienes que dar para alcanzar tus objetivos.


"No eres lo que piensas, sino el observador que esta dentro de ti"


Puedes elegir dominar el flujo de pensamientos


¿Son siempre ciertos pensamientos? ¿Son de hecho tuyos?

Tendemos a creer lo que pensamos sin cuestionarlo pero, si le damos autoridad plena, podemos convertirnos en su víctima. La meditación nos enseña que todo depende de donde centremos nuestra atención.


Si tus pensamientos te dicen “ no mereces que te quieran“ o “ jamás llegarás a nada en esto en esta vida“, entonces lo más probable es que te lo creas, lo sientas y actúes en consecuencia. Sin embargo, muchos de nuestros pensamientos no son verdad, o al menos no nos sirven para nada. Son el resultado de nuestros recuerdos, de condicionantes pasados, de miedos y mensajes que hemos recogido de otras personas. Y aún en el caso de qué sospechemos que no siempre son ciertos, es posible que nos veamos incapaces de cambiarlos.

Sin embargo puedes considerar el flujo de pensamientos de tu mente como si fuesen notificaciones que llegan de tu red social. A lo largo de tu vida te has “suscripto” sin saberlo a multitud de cosas. Ahora te siguen llegando las notificaciones y no sabes de dónde proceden. Algunas son ciertas interesantes pero muchas otras resultan deprimentes, inútiles o sencillamente falsas.


El poder de la atención


La atención alimenta estos pensamientos ya sean buenos o malos, útiles o inútiles. Cuándo creas uno, te identificas con el o desarrollas una reacción emocional hacia el, lo haces más fuerte. Es lo mismo que compartir, dar “me gusta” o hacer un comentario en una publicación de una red social. Sin embargo, cuándo te limitas a observarlo sin implicación, pronto pierde su energía y se disuelve en la nada.

La meditación fortalece tus poderes de atención y focalización porque te entrena a mantener la atención constantemente fija en el objeto con el que estás meditando. Esto te permite redirigirla y apartar los pensamientos inútiles o falsos y centrarla en alimentar los buenos para hacerlos más fuertes y concederle más poder en tu vida.


El flujo de una mente consciente


El primer paso para dominar el flujo de la mente es ser consciente de qué no tienes porque creer ni seguir tus pensamientos, esto ya es en si mismo una interrupción de la alimentación mecánica. Tienes que decidir donde centrar tu atención. Para ello, plantéate dos preguntas acerca de cada pensamiento que tengas:


¿Es cierto, positivo o constructivo? O ¿es inútil, negativo?


Si el pensamiento es útil. Puedes darle “me gusta”, comentarlo, ampliarlo o compartirlo, cómo si fuera una aplicación de red social. Tienes plena libertad para usarlo en tu vida tal y como te parezca. De ese modo lo harás más fuerte.


Si el pensamiento es inútil. Déjalo ir sin implicarte en el, cómo haces cuando meditas. Acabará yéndose. Te resultará útil dirigir la atención hacia tu respiración, por ejemplo.


Mas adelante te contare cual es el paso a seguir para avanzar en la vida espiritual.


Hari Om!



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