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Yoga Restaurativo


Es un estilo de Yoga que promueve la relajación profunda de la mente y el cuerpo. Es una práctica receptiva, ya que no implica acción, sino más bien entrega y aceptación.


En el yoga restaurativo se mantienen las posturas entre cinco y veinte minutos. Este tipo de Yoga actúa sobre el sistema nervioso parasimpático, por lo cual es muy efectivo para aliviar la fatiga, recuperarse de enfermedades y padecimientos crónicos relacionados con el dolor, mitigar los síntomas de depresión y ansiedad, causados por eventos traumáticos.


Al armar cada postura durante una sesión, el cuerpo entra en un estado de relajación, la respiración se torna más lenta, el pulso se desacelera, las fluctuaciones de las ondas mentales son mas calmas, y el sistema nervioso entra en pleno descanso.


En combinación con los maravillosos beneficios de las posturas de yoga, en este estado el cuerpo puede recargarse de energía y encontrar el equilibrio donde comienza naturalmente la sanación.


Después de finalizar una sesión de yoga restaurativo, queda una sensación de armonía y revitalización. Tengo una alumna que suele decir que es una sesión de Spa!


El Yoga Restaurativo se recomienda para aliviar dolores físicos o psicológicos. Es ideal para el tratamiento de enfermedades o en el proceso de recuperación de lesiones. Para tratar estrés severo y para generar un equilibrio interior en momentos de estrés emocional a raíz de una pérdida o cambios que hayan podido ocasionar ansiedad o depresión.


También es practicado por personas saludables que quieren tener una sesión de descanso profundo o como complemento ocasional a otras formas de yoga. Gracias a todos los accesorios que utiliza puede ser practicado por la mayoría de personas.


Podríamos decir que el Yoga Restaurativo es el estilo de Yoga que más accesorios utiliza. En las clases se utilizan, blosters, bloques, mantas, pelotas de diferentes tamaños, sillas, almohadillas para los ojos y bastones. La forma de utilizar los accesorios es muy diferente a la de otras modalidades de Yoga, en Restaurativo se busca lograr un estado de relajación mas profundo y sin esfuerzo en cada postura.


Durante la sesión suele haber un ambiente muy íntimo para propiciar la relajación, lo cual puede hacer sentir incómodas a algunas personas. Tanta quietud puede ser un poco extraña y puede generar resistencia mental, que se traduce en actividad mental o tensión: lo opuesto al propósito de la práctica. Hay que tener en cuenta que es una forma de yoga diferente, donde el cuerpo está sanando y parte de la misión es que la mente no juzgue, sino que podamos fluir y soltar nudos energéticos físicos, mentales y emocionales.

Las clases son generalmente con poca luz, ya que la luz estimula el sistema nervioso simpático y justamente lo que queremos es relajar el sistema nervioso simpático y actuar sobre el sistema nervioso parasimpático, encargado de la relajación, la recuperación, el descanso y la regeneración.


Si bien el Yoga en general es una meditación y muchos maestros dicen que cada postura debería ser acompañada de meditación, el hecho de tener apoyo, de cerrar los ojos y de quedarnos en las posturas durante diez o veinte minutos, hace que entremos aún más dentro de nosotros mismos y que podamos tener conciencia plena.


La temperatura del ambiente debe ser confortable, para poder generar la relajación adecuada que se necesita, en cada postura que se mantiene.





Orígenes del Yoga Restaurativo


El desarrollo de esta práctica comienza en 1937 con BKS Iyengar, un maestro de Yoga de Pune, India.

Iyengar aprendió Yoga de su maestro y cuñado Tirumalai Krishnamacharya. Iyengar era un adolescente enfermizo, y la práctica de Yoga, lo ayudo a recobrar la fuerza. Rápidamente se convirtió en el alumno estrella de Krishnamacharya.

El Yoga restaurativo nació de la necesidad que Iyengar tenía por encontrar posturas terapéuticas que lo ayudaran a curar su cuerpo de sus prácticas tan fuertes.

Iyengar comenzó a enseñar a los 18 años, y durante ese tiempo se dio cuenta que algunos alumnos sufrían en algunas de las posturas, las cuales les causaban dolor e incluso los podían llevar a lesionarse.

En Yoga restaurativo aprendemos a esforzarnos de una manera más sutil y suave, dejando de lado la actitud competitiva. Esta idea es la que llevo a Iyengar a integrar el uso de accesorios a la práctica para lograr las posturas y así poder modificar estas, sin llegar a la lesión.

¿Alguna vez practicaste Yoga Restaurativo? Si nunca tomaste una sesión, te invito a tener la experiencia!



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